Capítulo 5: El primer
día.
Ya habían pasado dos días desde que se había convertido en
el rostro de “Contradiction”.
La imagen que querían dar del perfume, era una mezcla entre
suavidad y fuerza, por lo que en palabras de Yoochun, él era perfecto para ser
el rostro, como “caído del cielo” fueron sus palabras exactas.
Según él, Jaejoong poseía una inocencia y dulzura que se
reflejaba en sus ojos, en su sonrisa y en su voz, pero a la vez demostraba una
fuerza externa e interna que se proyectaba a través de su masculino y bien
proporcionado cuerpo, sin mencionar además la delicadeza de sus cabellos y
piel. Para Jaejoong todas las cosas que dijo el joven publicista si estuvieran
solos, no tendrían mayor efecto en él, salvo una sonrisa de su parte y quizás
un poco de vergüenza, ya que en cierta medida estaba acostumbrado a este tipo
de halagos -claro que no tan cursis- pero en estos momentos cuando lo estaba
diciendo en frente de casi todo el personal que trabajaba en su agencia,
Jaejoong solo quería que la tierra lo tragara, sobre todo, porque también
estaba Changmin, a quien evitaba mirar, pero como ya era costumbre, de todas
formas podía sentir su potente mirada sobre él.
En esos días sólo lo había visto para firmar el contrato, sus
reuniones principalmente habían sido con el equipo creativo liderado por
Yoochun, por lo que no era fuera de lo común no haberlo visto, lo extraño era
que en cierta forma quería verlo, no sabía por qué y tampoco quiso analizarlo,
como también ya era costumbre. Por eso se sorprendió mucho cuando lo vió junto
con el resto del personal, todos reunidos esperándolo.
Le habían preparado una bienvenida oficial para hacerlo sentir
parte del equipo, si no hubiese sido por la pomposa e innecesaria -según él- presentación
que hizo Yoochun, estaría sonriente y contento de la bienvenida que habían
preparado para él, pero ahora, solo quería estar tres metros bajo tierra y no
salir en mucho tiempo. Sentía hasta sus orejas arder y miraba al suelo queriendo
evitar las miradas que le dirigían todas las personas en la sala en la que se
encontraban.
Changmin, al ver tan incómodo a Jaejoong por las palabras de
su siempre adulador e impertinente amigo, tuvo que intervenir, porque al
parecer iba a continuar.
-Está bien Yoochun, ya entendimos que te gusta la “poesía”,
pero es mejor que les presentes a Jae a todo el equipo para que podamos
disfrutar de la comida de bienvenida que nos preparó nuestra Jin -esta última,
era la secretaria encargada de esos pequeños eventos dentro de la compañía.
Jaejoong no sabía si estaba más sorprendido por el
diminutivo cariñoso que utilizó Changmin o por la sonrisa que le brindó
mientras hablaba.
Entre risas, todos estuvieron de acuerdo, así que cada uno
se presentó formalmente ante Jaejoong, incluso a quienes ya conocía y finalmente
disfrutaron de la deliciosa comida que habían preparado para la ocasión. Todos
querían saber sobre él y Jaejoong no tuvo inconveniente en contestar todo lo que
le preguntaban.
Como su abuela siempre decía, a Jaejoong desde pequeño le
había gustado ser el centro de atención, por lo mismo, estuvo muy contenta en
cuanto le contó lo que le había pasado esa mañana de lunes, para ella su nieto
había nacido para ser una celebridad, por lo que estaba convencida que después
de esto se convertiría en un modelo famoso, Jaejoong inmediatamente le dijo que
era un favor, porque él prefería mil veces disfrutar sus vacaciones y volver
descansado a su trabajo que le gustaba mucho. Pero su querida abuela no lo
escuchó y solo lo felicitó, mientras le pedía detalles de cómo consiguió el
trabajo.
Jaejoong notó de inmediato cuando Changmin despareció e
intentó no sentirse decepcionado, por lo que continuó conversando
amigablemente.
Luego de terminada la bienvenida, se pusieron inmediatamente
manos a la obra, y le mostraron a Jaejoong el estudio preparado, ya le habían
realizado pruebas fotográficas el día anterior y ahora correspondía hacer las
fotos oficiales en el estudio, una segunda sesión de fotos se realizaría en un
ambiente paradisiaco. Esta parte es la que más le gustó a Jaejoong ya que
serían unas vacaciones pagadas en algún lugar hermoso, además esto del modelaje
según lo que le decían los expertos -Yoochun y su equipo- era algo natural en
él y de a poco le comenzaba a gustar.
Hasta el momento aún no se decidían a qué lugar irían, pero
las opciones que tenían eran todos lugares maravillosos y que no conocía, así
que se encontraba muy contento en su nuevo trabajo. Lo único que opacaba su
alegría era la inexplicable reacción que le causaba Changmin, ya estaba
convencido que soñaba con él y cuando despertaba no recordaba ni un segundo de
su sueño. Sacudiendo la cabeza, desechó esos pensamientos como cada vez que
llegaban a molestarlo y de nuevo se enfocó en el trabajo, cuando las estilistas
y asistentes de vestuario lo guiaron para prepararlo y comenzar con la sesión
fotográfica.
*
Yoochun, mientras observaba al nuevo modelo haciendo las poses
para la sesión, siguiendo las instrucciones del fotógrafo, no podía sentirse
más orgulloso de sí mismo. La sencilla camisa de color blanca acentuaba el tono
de su piel, con dos botones desabrochados se lograba apreciar parte de su
cuello, mientras su cabello y el pantalón oscuro lograban el efecto final que
esperaba. Pero algo faltaba, y de inmediato supo que era.
-Jaejoong, ¿podrías desabrocharte dos botones más? -Después
que lo hizo, aún no era suficiente así que le pidió dos más, necesitaba que se
viera más piel, así que término por pedirle que se desabotonara toda la camisa
y el fotógrafo se encargó de las poses adecuadas.
Yoochun estaba fascinado, ya que el modelo era capaz de
atraer tanto a hombres como a mujeres, exudaba sensualidad y lo más maravilloso
es que la mezclaba con un toque de inocencia. Hasta él, que era un admirador de
las mujeres, no pudo evitar ver, lo encantador que era el hombre.
*
Changmin quería evitar ver a su vecino, de eso estaba
seguro, por eso se fue antes de la bienvenida y se encerró en su oficina. Pero en
estos momentos tenía que hablar con Yoochun y cuando le preguntó a su
secretaria dónde estaba, le dijeron que se encontraba en la sesión fotográfica,
por lo que no tuvo más remedio que ir a buscarlo.
Una vez llegó al estudio, respiró hondamente y entró mirando
al suelo, para no tener que ver a Jaejoong, luego se golpeó mentalmente,
pensando que era un estúpido por actuar de esa forma, así que valientemente se
acercó a donde estaba Yoochun, quien estaba muy concentrado observando. Sin
poder evitarlo por más tiempo, dirigió su vista al modelo, pero en cuanto lo
miró, deseó no haberlo hecho, ya que se encontró con una imagen que si bien ya
había visto antes -un casi desnudo Jaejoong- esta vez con la gran diferencia de
que el joven buscaba, a través de su mirada y sus movimientos atraparte,
hechizarte, seducirte.
Changmin tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para apartar
la vista, pero temía que si no lo hacía caería bajo el embrujo, sacudió su
cabeza para borrar esos peligrosos pensamientos y vió a su alrededor, notando
que no era el único que parecía hipnotizado, todos en el estudio estaban en un
estado similar y sobre todo Yoochun. Sintió un enojo repentino y sin pensarlo
le tocó el hombro con más fuerza de la que pretendía, Yoochun sorprendido al
darse cuenta de quién era, le sonrío y le hizo un gesto para que esperara un
momento. Changmin se molestó más aún, pero no dijo nada ya que estaba haciendo
un esfuerzo descomunal para no volver a mirar al modelo. Estaba tan concentrado
en mirar al suelo que no se dió cuenta cuando terminó la sesión, hasta que
Yoochun le preguntó.
-¿Para qué me buscabas? -Changmin por un momento no supo que
decir, pero se recuperó lo más rápido que pudo.
-Te quería hacer una consulta sobre los gastos. -Le dijo, mientras
veía como los estilistas se acercaban a Jaejoong con una bata.
-Ok, vamos. -Dijo alegremente Yoochun, mientras se
encaminaban a las oficinas. Changmin nuevamente con un gran esfuerzo dejó de
mirar.
-¿No te parece que es
perfecto? Es increíble que no sea profesional, las cámaras lo aman, -Yoochun seguía
mostrándose impresionado con el modelo y Changmin sintió de nuevo ese enojo
irracional con Yoochun y lo siguió sin decir una palabra.
Jaejoong había sentido esa mirada que ya conocía muy bien, por
un momento hace unos instantes, pero no quiso mirar, ahora que ya había
terminado la sesión, se atrevió a ver a su alrededor, pero no lo vió por ningún
lado, por lo que pensó con decepción y algo de preocupación que se lo había
imaginado, ¿acaso estaba alucinando con Changmin?
*
-Cuéntamelo todo, ¿Cómo estuvo tu día? -Le preguntó muy
emocionada su abuela, cuando regresó a la casa, muy entrada la tarde.
-Muy bien, pero no me imaginé que sería tan agotador. -Le
contestó su nieto cansado, pero se le notaba muy contento. –Me dijeron que
había nacido para esto, que las cámaras me amaban. -Continuo contando Jaejoong
algo avergonzado, pero muy complacido por tantos halagos que le dijeron después
de la larga sesión.
-Pues como ves, para variar tenía razón. -Dijo su abuela muy
contenta.
Jaejoong solo pudo sonreír, sin duda se había divertido
mucho en su primer día como modelo, las luces, el maquillaje, la ropa y al
parecer por todos los halagos, era bastante bueno, pero no estaba tan seguro
como su abuela, de que había nacido para ese mundo.
*
Cuando aceptó ser modelo debido principalmente a la
desesperación que mostró Yoochun y la promesa de hacerlo en menos de dos
semanas, nunca se imaginó que el joven publicista lo cumpliría al pie de la
letra, ya que en ese momento estaban a punto de abordar un avión a la isla
Jeju, que finalmente fue el lugar escogido por el equipo creativo y aceptado
por los clientes.
Todos ellos se encontraban en el aeropuerto cuando llegó
algo apresurado, pensando que se había atrasado, intentó no pensar en la decepción
que sintió al no ver a cierto vecino mal humorado, pero él no formaba parte del
equipo creativo, por lo que era razonable que no viajara con ellos.
El viaje le pareció más corto de lo que fue, ya que estuvo
conversando con su compañero de viaje, Yoochun, quien le contó durante todo el
trayecto acerca de sus ideas para las sesiones fotográficas y el concepto que
querían transmitir en cada una de las locaciones que ya habían escogido.
Se notaba muy entusiasmado, así que escuchó atenta y pacientemente.
*
Desde el primer momento que Jaejoong puso un pie en esa
hermosa isla, no pudo dejar de admirar la belleza a su alrededor. Siempre le
encantó la naturaleza y era una de las razones porque amaba visitar el lugar
donde vivía su abuela, así que con una enorme sonrisa comenzó a observar todo y
a todos, mientras Yoochun los guiaba al transporte que los llevaría al hotel.
Una vez llegaron Jaejoong no paraba de maravillarse de todo
a su alrededor, nunca había estado en un hotel cinco estrellas, ya solo en el
recibidor se sentía como en otro mundo. Yoochun también estaba maravillado, pero
no por la isla y su belleza, sino por lo adorable que se veía Jaejoong mirando
para todos lados y haciendo preguntas cada cinco minutos. Parecía un niño en
una fábrica de dulces.
Mientras caminaba mirando hacia todos lados, no se fijó por
donde iba, así que no fue extraño que chocara con algo. Todo pareció muy
familiar, desde el fuerte pecho, hasta las fuertes y grandes manos que lo
sujetaron por los brazos para estabilizarlo y que no se cayera al suelo por el
impacto.
Al mirar hacia arriba, ya sabía a quién se iba a encontrar,
pero aun así, eso no evitó que de nuevo quedara con la mente en blanco y fuera
él esta vez quien preguntara en un susurro.
-¿Qué haces aquí?
Pero antes de que Changmin pudiera contestar, Yoochun se les
acercó y le dijo algo que no escuchó, ya que se demoró más esta vez en salir
del trance que siempre le causaba mirar o tocar a Jaejoong.
Lo soltó lo más rápido que pudo y le pidió a Yoochun que le
repitiera la pregunta.
-Te pregunté, que si ya estaba todo listo con las
habitaciones. -Le dijo Yoochun, saludándolo con una palmada amistosa en la
espalda.
-Sí, ya está todo listo, aquí están las tarjetas -Le dijo
mostrándole las tarjetas de acceso para las habitaciones. –Nos dieron
habitaciones individuales para todos, parece que están muy contentos con
nosotros.
-Excelente, claro que están contentos, ya que gracias a
Jaejoong, está será la mejor campaña que hayan tenido. Dámelas, yo las
repartiré. -Le dijo quitándole las tarjetas de las manos.
Jaejoong aún estaba algo desconcertado por el encuentro con
su vecino, pero intentó recuperarse lo más pronto posible, así que una vez
recibió su tarjeta se dirigió rápidamente a su habitación, sin mirar para
ningún lado. Ya habían quedado de tomar un breve descanso y luego juntarse para
almorzar todos juntos en el mismo hotel, para luego dirigirse inmediatamente al
lugar de la primera sesión. Después de todo solo tenían tres días para
completar las fotos.
Changmin solo pudo ver como Jaejoong evitaba mirarlo y se
alejaba de ahí. Tenía esa extraña sensación de querer decir algo, saludarlo,
preguntarle como estaba, no sabía qué, pero no quería que se fuera así de
rápido. Pero no pudo hacer nada para detenerlo.
Finalmente también se dirigió a su habitación, no sin antes
preguntarle a Yoochun como sería la agenda que tenían preparada.
A pesar de que no tenía necesidad de quedarse después de
realizar las gestiones de la estadía, Yoochun lo había convencido de quedarse
para que los acompañara y aprovechara de descansar un poco, ya que según él,
Changmin no paraba de trabajar ya sea en su casa o en la oficina. Al final
terminó aceptando, porque en cierta medida su amigo tenía razón y además sin querer
reconocerlo quería ver a Jaejoong. Se dijo a sí mismo, que era porque todas las
esperanzas estaban puestas en esta campaña y quería observar de cerca el
resultado del trabajo.
*
El almuerzo fue rápido pero muy delicioso, todos los gastos
estaban cubiertos por los jefes, así que algunos no se midieron en pedir muchas
cosas. Jaejoong, quien no tenía mucho apetito, sólo comió un poco, pero no era
el único, ya que Changmin tampoco parecía con mucha hambre y eso sí que era muy
extraño, por lo que Yoochun no pudo evitar preguntar.
-No puedo creerlo, ¿no tienes hambre?
-Ahh, lo que pasa es que… ya comí un poco antes de que
ustedes llegaran. –Le contestó algo nervioso. La verdad es que no había comido
en todo el día, pero realmente no tenía hambre. Ahora que lo pensaba era
realmente muy extraño, así que se obligó a comer un poco más, para no llamar
tanto la atención de Yoochun.
Yoochun no conocía mucho a Jaejoong aún, pero si sabía en
estos pocos días de conocerlo que era muy conversador y alegre, y ahora durante
el almuerzo también encontró muy extraño que estuviera callado y pensativo, por
lo que se imaginó que podían ser los nervios.
-Jae, ¿estás nervioso? –Le preguntó, con una sonrisa para
que se relajara un poco.
-Eh, no, para nada, ¿por qué lo preguntas? –Contestó
Jaejoong rápidamente. La verdad es que si lo estaba. Había estado muy
emocionado por el viaje y su nuevo trabajo, pero la llegada de Changmin lo
perturbó, porque cada vez que se encontraba con él, no sabía cómo tratar al
extraño hombre y se sentía a su vez, extraño e inquieto ante su presencia. No
entendía porque le caía tan mal al vecino, que según su abuela era una buena
persona.
-Porque estás un poco callado y desde que te conozco no te
había visto en silencio por más de cinco minutos. –De nuevo le contestó con una
sonrisa Yoochun.
-Ehhh, me estás diciendo parlanchín. –Dijo Jaejoong con un
leve puchero, de esos que le salían inconscientemente.
-Claro que no, lo que pasa es me gusta tu voz. –Le dijo
Yoochun en tono de burla, pero levemente distraído por el gesto del modelo, ya
que se veía realmente adorable.
-Pues mí no me gusta la tuya. –Le contestó Jaejoong
sacándole la lengua, y esta vez de nuevo le pareció un adorable niño, por lo
que rió de buena gana, la cual se le contagió a Jaejoong, quien agradeció la
distracción para dejar de pensar, aunque sea por un momento.
Changmin solo miró en silencio el pequeño intercambio entre
su amigo y Jaejoong, quedando nuevamente impresionado por otro aspecto de su
vecino, su risa era contagiosa y adorable. Aunque haya sido por un breve
momento le encantó escucharla y no pudo evitar sonreír.
Aunque Yoochun estuviera entremedio de los dos, Jaejoong
pudo ver la sonrisa de Changmin y eso fue suficiente para mejorar su humor. Era
un hombre muy extraño, pero debía sonreír más seguido porque se veía muy bien.
*
Habían decidido realizar la primera sesión en la piscina del
hotel. Era un lugar muy hermoso, así que decidieron aprovecharlo. Una vez
Changmin hiciera las gestiones para utilizar el lugar, el equipo preparó la
locación y Jaejoong ya estaba listo para comenzar con su trabajo.
Lo maquillaron y vistieron con una ropa que destacaba el
contraste de colores, de nuevo con una camisa blanca como su piel, abierta
completamente y un sencillo pantalón de color oscuro ajustado y descalzo, con
un escenario de fondo que se caracterizaba por el verde y los colores de las
diversas flores que embellecían el lugar. Luego iban a tomar las fotos al borde
de la piscina con otro vestuario.
Changmin había pensado ir a pasear mientras la sesión se
llevaba a cabo, ya que a pesar de tener todas las ganas de quedarse a mirar, no
quería parecer un acosador y asustar más a Jaejoong. Ya que estaba convencido
de que lo había asustado suficiente, con su comportamiento tan extraño y algo violento.
Así que mientras se alejaba del grupo que estaba trabajando,
lo vió caminando al lugar que se le pidió y comenzar a hacer las poses que le
indicaban y Changmin supo que estaba perdido, ya que en esta ocasión iba a ser
imposible dejar de mirar.
Todo era tan perfecto. El paisaje si era posible, lograba
resaltar la belleza del modelo, que con una naturalidad lograba mimetizarse con
todo a su alrededor. Una vez que Jaejoong comenzó a seguir las instrucciones
del fotógrafo, Changmin sólo pensaba que era lo más hermoso que había visto en
su vida.
Y finalmente lo entendió o más bien lo aceptó, todo ese
extraño comportamiento, el miedo y el conjunto de emociones que le provocaba el
modelo, no era por otra cosa más que, por la desconocida atracción que experimentaba.
Nunca antes había sentido algo como eso.
Podría mirarlo por horas, pero sabía que no sería
suficiente, quería tocarlo, pasar sus manos por su rostro y seguir descendiendo,
sentir su esencia. Se preguntaba cómo sería enterrar su nariz en ese esbelto
cuello… luego de esos aterradores pensamientos, inexplicablemente se sintió un
poco mejor.
Mientras lo observaba se puso de pie y se alejó del lugar,
para pensar un poco, sin el modelo intentando hechizarlo.
Caminando sin destino, comenzó a reflexionar. Era natural sentirse
así, por muchas razones. Primero, nunca había conocido a alguien tan atractivo;
segundo, estaba en una relación de amistad más que de pareja y tercero, por más
de un año había estado llevando una vida de celibato. De hecho ya estaba
creyendo que no necesitaba el sexo, ya que no había sentido ningún deseo por nadie
desde que estaba con Junsu.
Ahora todo cambió en que ¿un par de días?, se dijo a sí
mismo que todo era puramente físico, porque apenas conocía al hombre, y que
podía controlarlo, sólo tenía que estar lejos de él, aunque dadas las
circunstancias sería difícil, pero podía hacerlo, él siempre lograba lo que se
proponía. Con este último pensamiento Changmin se tranquilizó un poco más y regresó
al hotel, imaginando qué le podría inventar a Yoochun para decirle que se tenía
que ir.
*
No se dió cuenta cuanto se había alejado del hotel, ni
tampoco de la hora que era, pero cuando regresó ya estaba oscureciendo y todos
los del equipo habían decidido salir a tomar unas copas en el bar del hotel.
Cuando vió a Yoochun, no alcanzó a decirle la elaborada
historia que había inventado, ya que éste lo arrastro sin más, al bar dónde
todos se encontraban, en una mesa circular ya repleta de los más diversos tragos.
Al primero que divisó fue al modelo que se veía muy sonriente mientras Yong -el
fotógrafo- le decía algo. Desviando la mirada, se sentó en el único asiento
libre, que para su desgracia estaba al lado de él.
Jaejoong se dió cuenta de inmediato de la presencia de
Changmin en cuanto entró al bar. Era imposible que no llamara la atención, se
veía tan apuesto con un atuendo casual. Hasta ahora sólo lo había visto cuando
llegó al hotel y a la hora de almuerzo y aunque jamás lo admitiría en voz alta,
quería verlo más seguido.
Esa mirada que lo ponía nervioso y lo estremecía, era tan
fuerte y penetrante como el hombre mismo, tan misterioso y perturbador. También
esa mirada le provocaba una calidez y algo indescifrable que lo hacía
extrañarlo cuando no lo estaba mirando.
Con un sobresalto se dió cuenta que se había sentado a su
costado derecho y quiso preguntarle dónde había estado todo este tiempo, pero
no se atrevió, no eran amigos, de hecho apenas se hablaban y esto lo
entristeció inexplicablemente.
El que lo sacó de sus pensamientos fue Yoochun quien se unió
a la mesa y pidió más tragos para todos, diciendo nuevamente que corrían por
cuenta de los jefes, causando la risa de todos.
-¿Cómo estuvo tú primer día de trabajo? –Preguntó Changmin
muy nervioso. Se atrevió a hablarle por una parte porque quería sacar de su
mente lo que le provocaba tener tan cerca a Jaejoong y por otra, porque
realmente quería saber cómo le había ido, si le había gustado, si se había
sentido cómodo.
Al principio Jaejoong pensó que se había imaginado la
pregunta de Changmin, así que rápidamente se volteó a su lado para verlo y
aunque fue por un segundo pudo ver que lo estaba mirando, así que no fue su
imaginación, Changmin le estaba preguntando como había sido su día. Esto le
provocó una alegría inmensa y cuando estaba a punto de contestar, Youra -una de
las maquilladoras- lo interrumpe.
-Jaejoong, me imaginaba que eras muy popular, pero no sabía
que tanto.
-¿Cómo? –Pregunta Jaejoong, sorprendido por la interrupción.
-Mira disimuladamente a tu izquierda, hay un par de hombres
muy apuestos que no han dejado de mirarte desde que llegamos y a tu derecha hay
otro también.
Como dijo esto en voz alta, todos en la mesa se voltearon
para mirar, excepto Changmin que se tomó el contenido de su vaso de un sorbo y
Jaejoong, que avergonzado miró a cualquier parte menos a los supuestos hombres
que lo miraban.
Todos se rieron luego de ser tan obvios, así que no fue una
sorpresa que los dos hombres de la izquierda se dieran la vuelta de inmediato,
pero lo que si fue una gran sorpresa para todos, fue que el hombre de la
derecha se comenzara a acercar a su mesa.
-No puede ser, uno viene para acá. -Dijo esta vez Iseul,
otra de las maquilladoras.
Changmin en esta ocasión, tomó el vaso de alguien más, no
supo de quien y nuevamente se lo tomó de un solo sorbo, mientras Jaejoong
quería salir corriendo.
En ocasiones cuando salía por la noche, era algo común que
lo invitaran a un trago o a bailar, pero estando Changmin a su lado, se sentía
extraño, él solo quería hablar con él, con nadie más.
Todos en la mesa se intentaron colocar serios, pero con los
tragos que ya se habían tomado y lo divertido de la situación, lo único que se
escuchaban eran risillas.
Cuando sintió que le tocaron el hombro, Jaejoong volteó
rápidamente para decirle que estaba ocupado con sus amigos y que gracias de
todas formas, por lo que le fuera a invitar. Pero no estaba preparado para lo
que se iba a encontrar y lo único que salió de su boca fue.
-¿Tú… qué haces aquí?
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