Capítulo 4: Reuniones
y cenas.
-Changmin, ¿me ayudas con esto? – Le dice su amigo mientras
le tiende unos papeles.
-Claro, ¿qué tengo que hacer?
-Cómo vas al baño, podrías pasárselos a nuestra linda
secretaria y le dices que lo lleve al departamento de ventas. –Le pide con una
sonrisa, mostrando todos sus dientes a propósito.
-Claro. –Le contesta Changmin con una risa, su amigo era un
payaso.
Cuando llega al escritorio de su secretaria, no la ve por
ninguna parte, así que decide ir a dejarlos él mismo, ya que de todas formas le
queda de camino al baño.
Al llegar al departamento de ventas lo ve, a través de una
puerta transparente. Luce como siempre, perfecto, piensa Changmin. Estaba
conversando con el encargado de ventas. Su sonrisa y sus ojos amables no dejan
de maravillarlo. Sabe que no debe seguir mirando, pero no había tenido la
oportunidad de verlo hace tanto tiempo y no hacía daño, ya que sólo lo miraba
de lejos sin que el otro se diera cuenta.
Dos meses ya habían transcurrido desde la última vez que estuvieron
solos en la oficina del gerente. Había querido verlo aunque sea desde lejos,
como lo estaba haciendo ahora, pero no se había presentado la ocasión, por lo
que no quería desaprovecharla. Pero de pronto una voz lo interrumpe.
-Señor Shim, ¿necesita algo? –Le pregunta la secretaria del
lugar.
-S-sí, le traje estos papeles de nuestro departamento, se
los puede entregar al señor Park, por favor. –Le dice algo nervioso, esperando
que no lo haya visto espiando al gerente.
-Si, por supuesto. –Le dice con una sonrisa coqueta. Ante la
evidente atención que le está dando la joven mujer, Changmin decide preguntar.
-¿Le puedo hacer una pregunta? –Le dice con una sonrisa.
-Sí claro, dígame. –Le responde con una sonrisa más amplia
la mujer.
-¿Sabe porque el gerente está aquí?
-Oh eso. –Responde algo decepcionada, pero de todas formas
le contesta con una sonrisa. –Por lo que sé, está llevando a cabo su plan. Por
ahora ha conversado con los jefes de departamento y los directores, los invita
a cada uno para conocerlos más y preguntarles detalles de su trabajo y que
quieren mejorar, desde su punto de vista. Ayer se llevó a cabo la reunión de
nuestro departamento. –Le dice con una sonrisa. –Dicen que es muy amable. –Le
termina por decir, mientras suelta un suspiro y dirige su mirada al gerente,
cómo lo está haciendo ahora también Changmin.
-Pero debería saberlo, es usted director. –Le dice con una
mirada curiosa la secretaria.
-S-sí, es sólo que se me había olvidado, tengo muchas cosas
en la cabeza. –Le contesta con una sonrisa incómoda. –Bueno, ya me voy, nos
vemos.
*
Cuando entra como un rayo a la oficina, le reclama de
inmediato a su amigo.
-¿Por qué no me contaste?
-¿De qué hablas? –Le preguntó Junsu extrañado, al ver el
rostro preocupado de su amigo.
-De que tenemos que verlo o nos va a venir a ver, no lo sé…
-Le dijo mientras se sentaba.
Junsu ya sabía de lo que hablaba. Su amigo sólo se
perturbaba de esa forma cuando un hombre en particular estaba involucrado.
-Porque pensé que lo sabías, todos lo saben, ya que lo dijo
en la reunión.
-¿En serio? –Preguntó Changmin con la boca abierta.
-Si no hubieras estado como idiota mirándolo e imaginándolo
desnudo, habrías escuchado lo que decía. –Le dice Junsu con una sonrisa y
riéndose inmediatamente después de ver la reacción de su amigo, que estaba rojo
como un tomate.
-¿Por qué te burlas de mí siempre? –Le pregunta Changmin
para nada contento con el comentario de su amigo.
-Porque es muy fácil hacerlo. –Le contesta Junsu quien sigue
riéndose.
-¿Qué voy a hacer? –Le dice esta vez tapándose el rostro.
-Me dijiste que ya lo habías olvidado. –Le dice Junsu, esta
vez serio.
Changmin, retira las manos de su cara, lo queda mirando y se
levanta de su asiento.
-S-sí, es verdad, pero-pero, aún será extraño o incómodo si
lo tengo que ver a solas. –Le dice nervioso comenzando a caminar por la
oficina.
-No estarás solo con él. –Le contestó Junsu con los ojos
entrecerrados, confirmando lo que había sospechado desde un principio. Su amigo
le había mentido.
Después del episodio de su intento de hablar con Jaejoong y
decirle lo que sentía, Changmin no quiso hablar por varios días. Hasta que
finalmente, necesitó un desahogo y su amigo Junsu estuvo ahí como siempre, así
que le contó todo, incluida la conversación que tuvo con el jefe.
Llegando a una conclusión -por supuesto Junsu no estuvo de
acuerdo- que se olvidaría del hombre. Aunque atesoraría esa noche que vivió con
él. Era mejor para todos que él se mantuviera alejado, lo que provocó que Junsu
se enojara y le repitiera lo que le había dicho, intentando convencerlo de
nuevo. Pero no resultó, y resignado tuvo que apoyarlo como el buen amigo que
era.
Ya al mes su amigo parecía recuperado. Se comportaba igual
que antes de la llegada del gerente y Junsu pensó que todo estaba olvidado y lo
confirmó cuando en una salida fueron a beber y Changmin le dijo que lo había
superado por completo. No le creyó del todo, pero su amigo se veía igual que
antes y eso fue suficiente evidencia en ese momento. Ahora mientras lo veía
caminar de un lado a otro y detenerse a lo que le dijo, supo cuan equivocado
estuvo en ese momento en que quiso creerle.
-Tienes razón, tú estarás también… quizás no sea necesario
que yo esté presente. –Le dijo esperanzado.
-Changmin, ¿a qué le tienes miedo? –Le preguntó todavía con
los ojos entrecerrados.
-Y-yo, ¿miedo?, ¿de qué estás hablando?, ya te dije porque
no quiero verlo. –Le contestó claramente nervioso.
-No te entiendo Changmin, tú fuiste él que se dio por
vencido antes de luchar, sólo por el “bien de todos”, esa vez te dije que no te
quejaras si te arrepentías.
-No estoy arrepentido.
-Entonces, ¿Por qué estás así?
-Ya te dije porque. –Esta vez se volvió a sentar, luciendo
muy derrotado.
-Está bien, supongamos que te creo. –Le dijo acercándose
para darle unas palmadas en su espalda. –Sabes que no me gusta decirte cosas
como, “te lo dije” o “porque no me hiciste caso”, pero ya no es momento de
cobardías. El gerente está haciendo un gran trabajo y depende de nosotros que
se lleve a cabo gran parte del esfuerzo que está haciendo y tú lo sabes muy
bien. Así que irás a esa reunión conmigo, le contestaremos honestamente todo
los que nos pregunte, le daremos ideas y le ayudaremos en lo que nos pida.
-Junsu, porque tienes que ser así.
-¿Así cómo?
-Casi siempre tienes la razón.
-¿Casi?
-Claro, no eres perfecto para tenerla siempre. –Le dice con
una leve sonrisa.
-Yo pensaba que era perfecto.
Changmin ahora con una sonrisa más amplia piensa en cuanto
le debe a su amigo, si sólo lo escuchara más seguido, su vida sería más sencilla.
-Junsu. –Lo llama cuando el otro se iba a dirigir a su
escritorio y voltea su cabeza. -Gracias. –Termina por decirle.
Junsu sólo asiente, le gustaría ayudarlo de otra forma y lo
intentará, pero sin decirle nada al cabeza dura de su amigo.
*
Habían sido citados dos días después, a través de un mail. Changmin
había estado ese tiempo tratando de comportarse normalmente, así que cuando
llegó el día se sentía seguro y confiado, al menos por el exterior, ya que por
dentro sentía que todo en su interior se había transformado en gelatina.
Antes de dirigirse a la oficina del gerente, Junsu le dio un
apretón en el hombro, intentando transmitirle valor. Changmin con una sonrisa
le agradeció.
La secretaria los hizo pasar de inmediato, cómo habían sido
las instrucciones que recibió. Tocó la puerta y la abrió para dejarlos pasar
con una sonrisa, para luego cerrarla y desaparecer.
Ambos se quedaron de pie mirando al gerente que parecía muy
ocupado tecleando en su laptop. Cuando alzó la vista les sonrío y les indicó
que se sentaran con un gesto de la mano.
Una vez sentados, Junsu miró a su amigo. Éste parecía
normal, pero estaba con su mirada baja y se notaba que no quería ver al otro
hombre. Una melodiosa voz hace que los dos miren en la dirección de dónde proviene.
-Disculpen, estoy conversando con un ejecutivo que me envió
recién un mensaje, en un minuto estoy listo. –Les dice para volver su mirada a
la pantalla.
Junsu notó que su amigo de inmediato volvió a mirar sus
manos que estaban apoyadas en su regazo. Quería decirle o hacer algo para que
se relajara un poco, pero no se le ocurrió nada y finalmente el gerente les
presta su total atención.
-Disculpen de nuevo, ni siquiera los saludé como
corresponde. –Les dice con una sonrisa de disculpa.
-¿Cómo están? –La pregunta iba dirigida a los dos, pero Jaejoong sólo miró a Changmin. Por un momento pareció que el tiempo se detenía, porque después de mucho tiempo finalmente se pueden volver ver a los ojos. Parecía que sólo ellos dos estaban en la oficina, pero una tos -de Junsu- los despierta a ambos del breve trance en el que se encontraban.
-¿Cómo están? –La pregunta iba dirigida a los dos, pero Jaejoong sólo miró a Changmin. Por un momento pareció que el tiempo se detenía, porque después de mucho tiempo finalmente se pueden volver ver a los ojos. Parecía que sólo ellos dos estaban en la oficina, pero una tos -de Junsu- los despierta a ambos del breve trance en el que se encontraban.
-¿Desean algo de tomar? –Dice Jaejoong nervioso, mientras se
levanta y va a buscar a su secretaria, lo cual no era necesario ya que se lo
podía haber pedido por el intercomunicador. Esto pasa desapercibido para
Changmin quien se encuentra igual de avergonzado y nervioso, pero no para Junsu
quien con una sonrisa, le pide agua mineral para los dos.
Jaejoong se da cuenta de lo que está haciendo cuando llama a
su secretaria desde la puerta y le pide los dos vasos de agua mineral. No puede
creer que tan sólo en unos segundos, el otro hombre ya lo descolocara. Odia
sentirse así de confundido, pero con un esfuerzo vuelve a su asiento ya más
calmado.
-Bueno, ya saben para que los cité, les explique un poco en
la reunión y en el mail que les envíe. Mi idea es recolectar la mayor
información posible acerca de los departamentos, pero no a través de los
números o las estadísticas, sino que desde el punto de vista laboral, por eso
necesito información de ustedes…
–Jaejoong hablaba de la misma forma profesional y con la simpatía de
siempre. Se notaba que el hombre era un experto en captar tu atención.
Y Changmin nuevamente se reprende mentalmente porque otra
vez presta más atención a la forma en que dice las cosas, en lugar de lo que
está diciendo. Sus ojos estaban fijos en sus labios, pero no se podía
concentrar en lo que decían. Comenzó a recordar los suaves y rojos que se
colocaban cuando…
-… así que los escucho. –Terminó de decir el gerente.
A Junsu le bastó una mirada a su amigo para saber que no
había escuchado una palabra, por lo que se apresuró a decir lo que habían
conversado antes con su amigo y otros empleados de su departamento.
Changmin intervino un par de veces en la conversación, pero
pasó la mayor parte de la reunión en silencio. Intentaba no mirar al gerente
porque tenía miedo de no poder ocultar la atracción que evidentemente sentía y
a su amigo tampoco lo quería mirar, porque conociéndolo como lo conocía, era
seguro que ya se había dado cuenta.
Parpadeando muchas veces, se da cuenta que Jaejoong los
despide con una sonrisa y torpemente se levanta de su asiento, para seguir a su
amigo que se dirige a la salida. Sin voltearse se retira rápidamente de ahí.
*
-Los espero entonces. –Les dice su jefe antes de despedirse.
Junsu espera que su jefe desaparezca de su vista antes de
preguntar. -¿Vas a ir?
-No lo sé. –Le contesta Changmin con un suspiro.
-Sabes que no puedes seguir así, ¿cierto?
-…
-Changmin…
-¿Qué?
-No te hagas el sordo, tienes que hacer algo.
-¿Qué quieres que haga?
-Eso sólo tú lo puedes saber, porque me preguntas a mí, ¿has
faltado alguna vez?
-No.
-Entonces porque ahora vas a hacerlo.
-No dije que no iba a ir.
-¿Entonces vas?
-No lo sé.
-Ahh, Changmin, sabes que pronto perderé la paciencia.
-Bueno, esto no es tu asunto.
-¿De verdad vas a hacer esto?, ¿te enojaras conmigo ahora?
-No quise sonar rudo, tienes razón, tengo que hacer algo.
-Es un avance.
-Pero no sé qué hacer.
-Yo creo que deberías… -Changmin lo interrumpe.
-No Junsu, eso no.
-¿Me vas a dejar terminar?, yo creo que él… -Junsu se
detiene.
Después de lo que venía escuchando desde hace unos días,
tenía muchas dudas con respecto al nuevo gerente y estaba pensando que sería
mejor que su amigo lo olvidara, pero no podía decirlo así como así. No después
de todas las veces que le dijo lo contrario.
Ahora por primera vez desde que estaban conversando Changmin
lo mira al rostro.
-¿Qué cosa? –Le pregunta con una esperanza en sus ojos, que
a Junsu le provoca abrazarlo.
-Creo que... –Junsu no se atrevía.
-No, no quiero escucharlo. –Le dice Changmin creyendo que su
amigo repetiría el discurso de luchar por lo que quieres y todas esas cosas.
-No me dejaras hablar. –Dijo Junsu levantando los brazos en
señal de derrota.
Changmin se queda en silencio, mirando nuevamente al suelo.
Habían pasado dos días del reencuentro con Jaejoong y recién
había venido su jefe a recordarles que se acercaba la celebración de
aniversario que siempre organizaban en la empresa. En esta ocasión también
serviría para darle la bienvenida al nuevo gerente.
-Te lo pregunto de nuevo, ¿vas a hacer algo?, y si me dices
que no lo sabes, te golpeo.
-Voy a ir a la cena, sólo para que me dejes en paz.
-¿Sólo por eso?
-Sí, sabes que no quiero ir.
-¿Y por qué no quieres ir? –Le preguntó Junsu esta vez con
una sonrisa torcida.
-Me viste comportarme como un idiota frente a él, y no
quiero hacerlo ahora en frente de más personas. –Confesó Changmin muy
avergonzado.
-Al menos ahora lo aceptas.
-Cómo podría no hacerlo, si me miras con esa cara desde la
reunión con él.
-¿Qué cara? –Le preguntó Junsu riendo.
-Esa cara que pones cuando me quieres decir, “yo te lo dije”
y esa otra cara que me dice “hiciste el ridículo”.
Junsu se ríe ahora con más fuerza. –Lo siento. –Le dice
sinceramente, la verdad es que no quería decirlo para no atormentar más a su
amigo, pero no pudo evitar hacer sus gestos.
-Está bien, me he comportado como un idiota, no es tu culpa.
-¿Sabes Changmin?, voy a contestar tu pregunta, sobre que
deberías hacer.
Changmin lo miró resignado. –Si me vas a repetir lo de
luchar por lo que quiero y esas…
Junsu no lo dejó terminar. –No, eso ya pasó, lo que quiero
decirte es que tienes que olvidarlo.
Changmin no creyó escuchar bien. -¿Qué?
-Lo que oíste, olvídate de todo. Ya es hora de que lo
superes, no puedes vivir del pasado. Tomaste una decisión y ahora debes
atenerte a las consecuencias, además ese hombre no es para ti. Ustedes son muy
diferentes.
Changmin dejó de mirarlo, meditando lo que dijo su amigo
esta vez. Ya lo sabía y no hacía falta que se lo dijera, pero pensaba que su
amigo seguiría con su idea del principio. Por lo que con mucha decepción lo
vuelve a mirar y asiente con la cabeza. –Lo sé.
-Muy bien entonces, por fin estamos de acuerdo. –Le dice
Junsu con una sonrisa.
Changmin no puede sonreír, por lo que sólo se levanta de su
asiento y prepara sus cosas para irse a su casa. Junsu también hace lo mismo y
juntos salen del edificio.
Junsu quería que su amigo finalmente luchara por el otro
hombre, porque estaba seguro que lo que sentía era más profundo de lo que
parecía. De hecho estaba dispuesto a entrometerse y ayudarlo, sobre todo
después de esa reunión en dónde se percató que el gerente no era indiferente y
lo más probable es que sintiera lo mismo. Como no lo conocía no podía estar
seguro, pero su comportamiento fue bastante obvio. Pero… todo lo que había
escuchado eran rumores, pero se instalaron muchas dudas en su cabeza, ¿qué
pasaba si todo era verdad?… Su mejor amigo sufriría y él no lo podía permitir…
Todavía estaban en el tiempo en que se podía olvidar del hombre. Ahora se había
propuesto en ayudarlo a olvidar… Con una palmada en la espalda y una sonrisa se
despiden y cada uno se retira a su casa.
*
Cuando entró al lugar ya estaba lleno y en las mesas la
gente ya estaba disfrutando de la cena.
En el último minuto se atrevió a ir. Las llamadas de su
amigo no las había contestado, porque no quería hablar con él. Pero en un
arrebato repentino, se dirigió a la ducha, se vistió, tomó su auto y partió al
lugar del evento, que era un salón muy elegante que utilizaban cada año. Barrió
con la mirada el lugar y cómo ya se lo imaginaba sus ojos fueron atraídos por
el hermoso hombre que se encontraba charlando con su padre. Pudo ver su sonrisa
y sintió uno deseos enormes de sonreír también. Una mano en su brazo lo
distrae.
-Pensé que ya no venías. –Le dijo Junsu, mientras lo guiaba
a su mesa.
Saludó a todos los colegas de la mesa en la que lo habían
asignado y se sentó. Intentó concentrarse en comer, ya que nunca habría
desperdiciado esa deliciosa comida y se sorprendió al encontrarse disfrutando
no sólo la cena sino también la conversación.
La cena se vio interrumpida por pequeños brindis y discursos
a los que nunca prestaba atención, excepto que ahora una de las personas que
hablaba era el nuevo gerente.
De nuevo no escuchó lo que decía y se quedó admirando su
sonrisa y sus ojos. No se había dado cuenta, pero esa hermosa sonrisa no estaba
llegando a sus ojos. Estos parecían serios o más bien ¿tristes? No estaba
seguro porque también de nuevo el hombre no lo miró ni siquiera una vez. Él
ruido de aplausos lo despertó de sus pensamientos y también el escuchar el
nombre del gerente en alguien de la mesa.
-No pensé que pudiera hablar.
-¿De quién hablas?
-El señor Kim, desde que llegó no para de beber, mira.
Changmin también lo hace. Jaejoong estaba tomando el
contenido de su vaso de un solo trago y prontamente tomaba otro, cuyo contenido
tenía otro color. Asombrado se da cuenta que es cierto.
Recuerda esa noche, como bebieron y conversaron sin parar.
Jaejoong le había dicho que tenía mucha resistencia al contrario de él, que
confesó lo mucho que se emborrachaba cuando bebía.
Con preocupación, quiere acercarse y preguntar que le había
pasado, si tenía algún problema y si podía ayudarlo. Pero se da cuenta de lo
ridículo que es, una vez más. Él no es más que un simple empleado, sin poder ni
influencias y sobre todo sin ninguna importancia en la vida del otro hombre, ni
siquiera es su amigo, pensó con amargura y un nudo en la garganta. Para dejar
de pensar se levanta para ir al baño.
Jaejoong no se podía detener, quería dejarse sumergir en el
adormecimiento y la anestesia que le producía el alcohol. Su padre ya se lo
había advertido, pero él no le hizo caso como la mayoría de las veces y siguió
bebiendo. Se detuvo un momento cuando ve a ese hombre levantarse para dirigirse
quién sabe dónde. No le importaba, pensó, pero no podía dejar de mirar su
espalda mientras se alejaba. Por un segundo de locura quiso gritarle fuerte y
que todos escucharan, que no le importaba a dónde fuera, que era un estúpido y
un cobarde y muchos insultos que estaban aflorando en su cabeza en esos
momentos.
Con decepción se da cuenta que no puede hacerlo, porque casi
nunca ha podido decir lo que piensa o realmente siente, sobre todo menos en
frente de su padre. La única vez que pudo hablar libremente fue esa noche, esa
maldita noche que conoció a ese estúpido hombre. Se sintió cómo si fuera libre
por primera vez, cómo si con él pudiera hablar de todo, incluso de sus más
ocultos secretos, por lo que no fue nada extraño como terminaron esa noche. Con
él hubiera podido compartir todo, estaba seguro, si sólo hubieran seguido
juntos claro, piensa con amargura, pero para el otro hombre él no fue más que
un error y muchos problemas. Y no estaba para nada equivocado, él lo sabía,
pero por un momento pensó que al otro hombre le daría lo mismo todo lo que
implicaba involucrarse con él, pero tenía razón y no podía culparlo. Ahora
mismo con los rumores y los problemas que va a tener que enfrentar. En su
complicada y oscura vida de negocios no hay espacio para alguien como él.
Quizás no haya espacio para nadie.
Con un suspiro volvió a tomar otro vaso y se lo bebió de un
solo trago una vez más. Quería olvidar, al menos por esta noche.
Cuando Changmin sale del baño ve a un garzón con unas copas
y toma una. Cuando se la va a tomar de un sorbo, llegan a sus oídos otras voces
que llevan consigo el nombre del gerente y de inmediato se acerca
disimuladamente al par de hombres para poder escuchar mejor. Eran un par de
ejecutivos algo mayores a los que no conocía.
-¿Entonces es verdad?
-Eso es lo que dicen.
-Bueno, después de todas esas marcas que tenía…
-Sí, lo que es peor, no sólo lo hace con hombres… se sabe también que lo hace con mujeres.
-No te creo.
-Claro que sí, siempre ha sido conflictivo, dicen que por
eso su padre lo envió a estudiar lejos, pero eso resultó contraproducente, el
hijo pudo hacer todo lo que quería, una vez estando lejos de la vigilancia de
su padre.
-Es muy cierto eso que dicen, que detrás de las caras más
angelicales se encuentran los peores.
Después de una risa que a Changmin le pareció grotesca ambos
hombres continuaron, pero Changmin ya tuvo bastante.
-Así que el famoso Jaejoong es una verdadera… -El hombre no
pudo terminar porque sintió que alguien colisionaba con él y no sólo lo
desplazaba del lugar haciendo que a su vez perdiera el equilibrio y terminara
en el suelo, sino que también el contenido de su copa y la del sujeto que chocó
con él terminara sobre su ropa.
-Lo siento. –Dijo Changmin antes de irse de ahí. Era claro
que no mostraba ningún arrepentimiento y por lo mismo ni siquiera intentó a
ayudarlo a ponerse de pie.
Ambos hombres lo miraron asombrados y el resto que había
presenciado el “accidente” también, pero a Changmin lo tenían sin cuidado.
Estaba furioso, sentía su sangre hervir. Era mentira, estúpidos y venenosos
rumores, ¿por qué lo estaban haciendo? Se preguntó de repente ahora muy
asustado. No sabía porque estaban esparciendo ese tipo de rumores, pero tenía
que hablar con Jaejoong lo antes posible. Él tenía que saberlo.
Con rapidez comenzó a buscarlo con su mirada y sorprendido y
con un malestar en su estómago ve cómo sale del lugar con su jefe. Como estaba
apoyado, con todo el costado de su cuerpo apoyado en el otro, se imaginó que
Jaejoong no podía caminar muy bien solo.
Contra su buen juicio decide seguirlos. No sabe porque lo
hace, ya que es evidente que no puede hablar con él en esas condiciones, pero
de todas formas lo hace.
Se da cuenta que se dirigen a los estacionamientos y se
detiene cuando ve que llegan al auto de su jefe. Lo siguiente que ve lo deja
paralizado por un segundo. Su jefe lo abraza primero para después tomar el
rostro de Jaejoong entre sus manos y besarlo.
Con la rapidez que los siguió, regresa nuevamente al lugar
de la celebración. Se dirige al bar y pide el trago más fuerte. Quería olvidar,
al menos por esta noche.
La brecha entre Changmin y Jae es cada vez mas grande.
ResponderBorrarHasta Junsu duda ahora TT ¿como es eso de que mejor lo olvida?... pero si el amor con diferencias y todo se puede.
¿¿Y quien planto esos comentarios acerca de Jae??
Y ese Hyuk se va aprovechar del estado de Jae, que no me lo vaya a violar TT. Digo... ¿Quien podría querer aprovecharse de un Jae ebrio? jajajaja ;)
Este capitulo fue tremendo.
Gracias.
atte; Alexi
Gracias a tí, me encanta leer tus comentarios :) Se sabrá más adelante quienes quieren complicar a Jae en la empresa y Hyuk lo intentará pero no tiene muchas posibilidades XD Gracias de nuevo y espero te siga gustando hasta el final. Saludos!!!
BorrarPD: Intentaré actualizar los fines de semana.
Te encontré :) me encantan tus historias. Gracias por compartirlas y espero que actualices pronto!! y ellos deben estar juntos, no me los separes por mucho tiempo. gracias.
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